Me gusta la felicidad, la buena energía y el amor que por estos días compartimos, tanto como para querer hacerlo siempre. Es inevitable hablar de un tema distinto al cambio de año y a todo lo que representan estas fechas especiales que atravesamos.
Para mí más que una celebración, esos días los enfrento como importantes momentos de cambio que debo aprovechar, bien sea por emotividad o por oportunidad, para empezar a planear mi nuevo año o también para ver que nuevos proyectos crearé o que renovación le hago a los que vienen conmigo.
Para que me entiendan, disfruto plenamente las fiestas y reuniones que se hacen durante la época de fin y comienzo de año, las familiares son las que más me llenan y me involucro lo más posible. A mi madre le ayudo con la cena, vamos juntas por las cosas y terminamos cocinando las recetas elegidas. Mi padre encargado de las compras recibe toda mi asesoría para no olvidar nada y con mis hermanos nos encargamos de hacer la convocatoria para que todos los familiares reciban el llamado de invitación, abuelos, tíos, primos, todos confirmados. Lo hago porque eso me recarga de ese amor incondicional de familia, esencial para vivir tranquila. No importa lo profesional que seas o que tengas el mejor trabajo del mundo, sin el amor de la familia no se pueden hacer muchas cosas importantes.
Las reuniones con amigos son muy divertidas y sirven para estrechar esos lazos de afecto con aquellos que definitivamente son con quienes más comparto. Creo en la amistad, una buena ayuda bastante para desahogarte de casi cualquier cosa. Cuando un grupo de amigos se junta no habrá nada más entretenido; viejas historias, nuevas peripecias e incontables risas que me dejan alegre por largo rato.
Las reuniones por trabajo también cambian en ésta época, le dan entrada a diálogos más distendidos, abren espacio para hablar de cosas distintas a los asuntos laborales y sin duda ayudan a formarte otra idea diferente a como ves tus clientes siempre. Pueden no ser las reuniones más placenteras pero bien llevadas te aseguran una mayor confianza con ellos y por consiguiente esa relación marchará mejor.
Como les venía diciendo, me importan las celebraciones de fin y comienzo de año, sin embargo procuro también darle importancia a lo que representa el cambio de temporada como tal. Es decir, luego de esto la vida continúa y es la ocasión perfecta para reiniciar con toda el nuevo periodo, por eso le apunto al cambio de energía, de renovación de propuestas y de generar nuevos proyectos, todo eso me ayuda a pensar en positivo pues así sabré que desde el inicio del año nuevo tendré que hacer y mi mente estará enfocada.
De hecho, al comenzar a plantear el nuevo itinerario, de manera directa estaré pensando en todos aquellos que hacen parte de mi entorno, el cercano y el cotidiano. La idea que siempre he tenido es que si yo hago bien mis cosas las personas que tienen que ver conmigo estarán bien igual. Así pues, al tomar buenas decisiones, estaré brindándole buena energía a todo lo que alcance.
Esa es mi propuesta de fondo para terminar un periodo y comenzar con otro: cambiar de ritmo con seguridad y compromiso. Aquella frase que dice “todo lo que empieza bien termina bien” viene perfecta para esto que les quiero decir, significa que si aprovechamos un periodo de cambio, bien sea para reiniciar o encausar un proyecto o para crear uno nuevo, y lo afrontamos con la motivación suficiente, seguro vamos a tener mucha tranquilidad.
Bueno gente, me encanto conocerlos éste año y todavía más que me hayan dejado contarles cosas. Éste año que inicia vamos a seguir conectados y prometo continuar la charla. Por ahora les deseo lo mejor para el nuevo año.