Generalmente estos tres conceptos se tienden a confundir y cuando tratamos de hablar sobre la forma como alguien es, los usamos sin distinción. Espero que con esta explicación te quede más clara la diferencia.
En Psicología, se le llama temperamento a la parte de la personalidad cuyo origen se asienta en la herencia genética. Por contraposición, se le llama carácter a la parte de la personalidad que se genera durante la vida de la persona, su experiencia y la cultura.
La PERSONALIDAD sería así la suma del TEMPERAMENTO y del CARACTER de la persona.
La habilidad de un ser humano para adaptarse a su entorno depende en gran medida de su temperamento. Es habitual que una persona deba enfrentar diversas dificultades y adversidades en su vida cotidiana: se necesita un determinado temperamento, según cada contexto, para superarlas. El manejo de las emociones y de los estados de ánimo también está vinculado al temperamento.
Médicos de la antigüedad como Hipócrates (460 a.C.–370 a.C.) y Galeno (129–200) ya distinguían entre cuatro tipos de temperamento:
En cuanto al caracter, es aquello que nos diferencia de nuestros semejantes y que es el resultado del aprendizaje social, está relacionado con los hábitos de cada individuo y la forma en la que reacciona frente a las experiencias. El carácter no termina de formarse sino hasta el final de la adolescencia.
Entonces como decía anteriormente, la unión de nuestras características biológicas y lo que hemos aprendido socialmente, forman la personalidad, que la podríamos definir como el conjunto de características físicas, genéticas y sociales que reúne un individuo, y que lo hacen diferente y único respecto del resto de los individuos. En tanto, la interrelación y la comunión de todas estas características, generalmente estables, serán las que determinarán la conducta y el comportamiento de una persona y porque no también, de acuerdo a la estabilidad de las mismas, predecir la respuesta que puede dar un individuo al cual conocemos ante determinada circunstancia o estímulo.