Discutir en sí mismo no es un problema y no necesariamente es grave. Si tú discutes con tu pareja significa que la relación está viva, que cada uno está aportando cosas diferentes desde su individualidad y a veces es necesario negociarlas, para que los dos estén contentos. Si tú discutes significa que hay comunicación, que hay necesidad de expresión y eso es importante para saber que piensa y que siente el otro.
Que una pareja tenga discusiones no significa que su relación no funcione o que no se quieran, el problema de las discusiones radica en la forma como lo haces.
Cuando sientes la necesidad de discutir algo, es porque no estás de acuerdo y no te sientes cómodo con alguna situación o con alguna conducta de tu pareja. Lo ideal es discutir lo que te hace sentir incómodo, sin poner en cuestionamiento el valor de la otra persona, es decir sin cuestionar si la otra persona es valiosa o no.
Es importante centrarte en el problema o situación y sobre todo centrarte en los sentimientos y emociones que a ti te genera lo que está pasando, porque de esta forma la otra persona no se pondrá a la defensiva al ver que la estás atacando y se abrirá a hablar de sus pensamientos y sentimientos también.
El desprecio es el error más grande que hay en una discusión, este sentimiento entre la pareja es el que genera más rupturas.
Ser despectivo no es solo criticar, es mucho más. Es responder desde un lugar de superioridad, lo que hace disminuir al otro como persona hasta hacerlo sentir excluido.
Es la reacción que resulta más dolorosa para la otra persona. Incluso, afecta a nuestro sistema inmunológico y nos hace más propensos a enfermarnos, tener resfríos o dolores en el cuerpo. El desprecio es una respuesta de "jerarquía" y no siempre es generada en forma agresiva. Puede esconderse en comentarios sutiles cómo: "Sí, sí… ¿y vos qué sabes?", frase que a todos nos resulta conocida.
Por esto te recomiendo que cuando tengas mucha rabia esperes a calmarte para hablar con tu pareja, si hablas con rabia seguramente atacarás a la otra persona, tratarás de vengarte por hacerte sentir mal, dándole en su punto más débil que será donde más la herirás. Cuando las discusiones no salen de esta dinámica, es muy difícil arreglar los problemas, porque generalmente lo que tratas de hacer es de desahogar tu ira y los sentimientos tan intensos que tienes, pero difícilmente, puedes hablar de la situación que te está incomodando.
Para terminar te quiero dar algunos tips a la hora de discutir, esto te servirá para guiar una conversación difícil de una manera sana:
1. Empieza haciéndole a la otra persona un reconocimiento por algo bueno que ella hace. Ej: Me gusta mucho que seas atenta conmigo y estés dispuesta a escucharme. De esta manera la persona no se pondrá a la defensiva.
2. Manifiesta el problema desde lo que tú sientes, sin agredir a la otra persona. Ej: Últimamente me he estado sintiendo mal, porque cada vez que hablamos de mis amigos, sólo recibo críticas de tu parte, pero no entiendo porque no te gustan.
3. Propón una alternativa de solución. Ej: Me gustaría que me contarás lo que sientes por mis amigos y por qué te sientes incómoda con ellos, de esa forma para mí será más fácil entenderte y estaré abierto a discutir sobre este tema.
Con esta sencilla forma de hablar, podrías hacer muchos cambios en tu relación de pareja.
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